Municipales: es la basura que se
recolecta de los hogares, oficinas, tiendas, restaurantes, plazas de mercado y
almacenes agrícolas.
Industriales: es la que se
produce en minas, centrales energéticas, fábricas y otros centros industriales.
Nucleares: son las que provienen de las centrales de energía nuclear, de fábricas de bombas atómicas, de experimentos atómicos y de los reactores nucleares de buques de guerra y submarinos.
En
cantidades muy pequeñas se recogen de fábricas, laboratorios de investigación y
hospitales.
Algunos
científicos e industriales sos tiene que si nos esforzáramos, lograríamos
reducir nuestros desechos a una pequeña fracción de lo que producimos en la
actualidad. Sostienen que podríamos
seguir gozando de los beneficios de una sociedad moderna e industrializada y
que esos beneficios también podrían alcanzar a los países no desarrollados, en
vista de esto se formulan tres formas para deshacernos de las basuras:
Tierra de
relleno: consiste en enterrar la mayor parte de la basura en tierras de zonas
bajas, llamadas tierras de relleno y se las cubre con humus.
Incineradores:
consiste en quemar las basuras a altas temperaturas en grandes hornos llamados
incineradores, así se generan gases de desechos y cenizas.
Descargas
en el mar: es la práctica de verter algunos líquidos de desechos en los ríos y
mares a través de cañerías especiales. Otros desperdicios se cargan en un barco
y se arrojan al mar, sueltos o en contenedores.
Las aguas
cloacales, se constituyen en otra forma de contaminación, que van desde
nuestras casas, fábricas, oficinas, escuelas, plantas de procesamiento que
pasan por las redes cloacales (sequias). Junto con los excrementos llegan las
aguas del baño, mezcladas con jabón y otros productos de perfumería y limpieza.
Las
personas que beben aguas contaminadas con excrementos corren serios riesgos de
contagiarse de enfermedades muy graves, tales como el cólera y la disentería.
Sin
embargo existe una simple y obvia alternativa para este tipo de contaminación.
El cieno cloacal podría tratarse y aplicarse como fertilizante en las tierras
de cultivo, pero su aplicación implica grandes costos que solo los países
desarrollados podrían utilizarlo.
Una de las
principales soluciones para este problema es el reciclado, que consiste enrecoger los desechos, clasificarlos y
volverlos a usar. Casi el 80% de la basura doméstica podría reciclarse,
transformándola parte en abono orgánico aprovechado en la agricultura y otra en
materiales reutilizables. Por medio del reciclado, con papel, telas, cartón, entre otros se hace
nueva pasta de papel, lo que evita talar nuevos árboles, con el vidrio se puede
fabricar nuevas botellas y envases sin necesidad de extraer más materia prima y
sobre todo con menos gasto de energía. Los plásticos se separan, porque algunos
se pueden usar para fabricar nueva materia prima y otros para construir
diversos objetos.
Los
metales y latas son materiales reciclables y se clasifican en dos tipos:
Materiales
férricos: son los residuos originados en el proceso de producción,
transformación y uso del acero, son muy valorados para el reciclaje ya que
ahorran el 162% de energía respecto a la producción con mineral de hierro,
además ahorra gran cantidad de agua y disminuye la contaminación, se utiliza
como materia prima en la fabricación de acero y diversas piezas de fundición.
Metales no
férricos: son el resto de metales que podemos encontrar como aluminio, cobre,
plomo, oro y el platino de los equipos
electrónicos, de los residuos que generamos, este tipo de materiales
constituyen solo el 1%, el aluminio de acuerdo a su grado de pureza se emplea
en la fabricación de nuevas piezas como sartenes, ollas, cucharas,
ventiladores, entre otros.
El cobre
se transforma en nuevos productos como tuberías, cables y componentes
eléctricos. Los objetos metálicos más reciclados son las latas de jugos,
conservas y cerveza, tapas de metal, papel aluminio, bolsas de leche en polvo,
ganchos de pelo, alfileres, grapas, ganchos de ropa, alambre y cacerolas de aluminio.
Yolanda
Rosada Benavides. Conoce y aprende sobre los residuos sólidos urbanos. (2009).
Es por eso
que entre todos podemos ayudar en la “guerra contra la basura” solo hay que
pensar de qué manera podemos reducir la cantidad de desechos que creamos a
diario. Así ayudaremos a la ecología
ambiental. Hay que hablar de todo esto en la casa, en la escuela, en la oficina
con los amigos, proponiéndonos en los establecimientos educativos una mesa de
discusión sobre el tema con especialistas invitados y a la participación con
todas las comunidades educativas. Entre todos podemos hacer algo por este
planeta que es nuestro mundo. Y el de nuestros hijos y el de los hijos de
nuestros hijos que son las futuras generaciones.